poesia
Te estuve esperando - Anderson Rosales
Mi propia muerte...
(Texto realizado para la semifinal de Slam Poetry - Entre versos Falcón)
En el silencio de la noche, mi amiga se desliza,
vigilante eterna, sombra que nunca rehúsa.
No es malicia lo que trae, ni tampoco premia virtud,
es el ciclo sin fin, el llamado final de la quietud.
Con ojos color de miel, recuerdos de un amor que se fue,
ella viene a mí, sin rencores, en paz la recibiré.
El destino es un eco en las cámaras de nuestra alma,
cielo e infierno en nosotros, en calma o en alarma.
En el teatro de la vida, indemne he salido,
de peligros y desafíos, por el destino asumido.
La maldad y el terror, no en la muerte residen,
sino en manos de aquellos que a los inocentes deciden.
Llamo al más allá 'un mundo onírico', lugar de sueños,
donde lo efímero es eterno, y los momentos son dueños
de un tiempo prestado, hasta que el recuerdo se desvanece,
y agradezco cada escape, cada vez que la muerte me ofrece.
Mi corazón rebosa de gozo por lo alcanzado,
por haberme atrevido, por lo que he luchado.
Lo imposible solo era un faro en la distancia,
y cada fracaso, una lección, una sustancia.
No importa cuántas veces caí, siempre aprendí,
en cada error, un tesoro que descubrí.
Crecí en espíritu, crecí en fortaleza,
encontré en cada paso, una nueva belleza.
Y ahora, al final, su mano extiendo a tomar,
con ella al más allá, sin miedo, voy a caminar.
La esperé sin temor, compañera de mi destino,
juntos partiremos, en el momento divino.
Los secretos del más allá, conmigo se irán,
y en el susurro del viento, mi historia contará.
Que el eco de mis palabras inspire reflexión,
y en el umbral del misterio, despierte la interrogación.
Foto durante el evento (Semifinal)
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